Huésped
Mientras más personas entran a tu vida, más posibilidades de salir herido…

Sentir, amar, confiar o simplemente conectar, te vuelve vulnerable ante aquellos en los que creías…
Sentir miedo, ahogarse en ansiedad, dejar que la depresión te absorba y permitir que una persona destroce tu interior. Darle el poder de alar los hilos, de atarte al dolor, de tomar el control de tu mente y encender el modo automático con tal de no sentir que te traicionas a ti mismo, y todo por creer que el amor es dolor…
Peleas día tras día por soltarte, intentas gritar, pero por más que sean tan fuertes tus gritos parecen no traspasar esas paredes que te rodean. Te sientes inútil, destrozado y solo está el deseo de salir del fondo del mar, ese mar tan oscuro, tan lleno de peligros. Pero la marea te aleja cada vez más de la orilla, la desesperación te invade por temer a no volver a ver tierra. Suplicas al cielo, piedad, piedad para dejar de ser arrastrada al fondo.
En el fondo comienzas a comprender lo que sucede, comprendes que lo que pasa no está bien, te esfuerzas por ahuyentar a ese huésped que te invadió por completo, pero al hacerlo empieza a destruir todo, todo lo que por confianza permitiste que tuviera a su alcance.
A ese huésped no le interesa tu dolor, le interesa seguir teniendo el control, seguir atándote a un amor que te daña para olvidar que el odio que da, es el odio que se tiene a sí mismo.
Aprendes que cuando intentas cortar las cuerdas, para recuperar lo que eras antes de él. El huésped no lo hará fácil, él se dará cuenta y empezará a hacerte creer que todo está bien, que lo que sucede es normal para seguir con el control de todo. Sin embargo, cuando note que ya no tiene el poder para manejar tu mente, tu sentir, es ahí cuando mostrará su verdadero rostro, un rostro tan oscuro, lleno de odio, de maldad y capaz de hacer lo imposible para arrancar lo poco que te queda , lanzarlo al mar oscuro y dejarte varada en tierra. Para después huir, dejándote vacía, sin mirar atrás, sin detenerse y sin pensar en sus acciones.
Te encuentras varada en la nada, asustada, no puedes moverte, el mundo se detuvo por horas y solo esperabas a que alguien te encuentre en ese lugar tan alejado de la realidad.
El shock es tan grande que simplemente cierras los ojos y cuando despiertas todo ha pasado, ahora estás a salvo o eso es lo que crees…